Manish Rajpurohit sufrió un grave accidente de tráfico. Atravesó India de este a oeste hasta que le atendieron. La vara no dañó ni el cerebro ni la columna vertebral.
Una vara de hierro le atravesó la cabeza y le dejó clavado al respaldo de la silla. Pero seguía vivo. Intentó deslizar su propia cabeza por el fragmento de metal que la atravesaba para liberarse, pero tampoco le pasó nada es que, a sus 18 años, Manish Rajpurohit podría decir perfectamente que tiene un ángel de la guarda. El autobús en el que viajaba este adolescente indio sufrió un violento accidente de tráfico en el estado indio de Andra Pradesh. Un fragmento de metal le atravesó el cráneo de arriba abajo sin dañarle el cerebro y quedándose a milímetros de su columna vertebral.
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